En la Terapia Cognitivo Conductual nos concentramos en resolver los problemas actuales de la persona, los motivos que la aquejan hoy y la hacen sufrir.
La Terapia Cognitivo Conductual es, en primer lugar, una forma de tratamiento psicológico. Se puede aplicar a muchos ámbitos y problemas, no sólo al consultorio.
En el consultorio, típicamente todo comienza cuando una persona no se siente bien emocionalmente o tiene algún problema de conducta y por ello decide consultar a un psicólogo. Así, el paciente llega y le explica su problema al psicólogo quien, a partir de lo que el paciente le narra, tratará primero de entenderlo y luego ayudarlo a encontrar una solución con los medios de la Terapia Cognitivo Conductual.
En Terapia Cognitivo Conductual nos organizamos en tres fases: evaluación, tratamiento y seguimiento.
Durante la primera etapa, la evaluación psicológica, nos ocupamos de conocer al paciente y entender los problemas por los que consulta. Si existe un diagnóstico como Depresión, Bipolaridad o Fobia Social tratamos de encontrarlo en este momento. En general, lo que vamos descubriendo en estas primeras entrevistas se lo explicamos al paciente, de este modo él empieza a conocer su problema y nos da su punto de vista. Muy importante: durante esta fase, paciente y terapeuta charlan y acuerdan cuáles son los objetivos del tratamiento y ponen las prioridades en los mismos. La evaluación psicológica dura entre 3 y 5 sesiones.
La segunda etapa es la más larga, el tratamiento propiamente dicho. Aquí es cuando se aplican las técnicas dirigidas a lograr el cambio que beneficia al paciente, tratando de alcanzar los logros que se plantearon en la primera etapa. Las técnicas que se aplican varían mucho según el problema, el paciente y el momento que esté atravesando. En cualquier caso, siempre la aplicación de un procedimiento se charla con anticipación con el paciente.
Durante la tercera etapa, el seguimiento, vamos espaciando la frecuencia de las consultas mientras aplicamos procedimientos orientados a mantener los cambios y prevenir recaídas. Cuando los objetivos se lograron y el cambio se consolidó, le damos el alta al paciente.
En Terapia Cognitivo Conductual nos concentramos en resolver los problemas actuales de la persona, los motivos que la aquejan hoy y la hacen sufrir. En algunos casos, cuando es necesario para entender el problema actual, preguntamos información sobre el pasado; pero el acento del tratamiento está puesto en resolver las dificultades de hoy.
Los diálogos entre el paciente y el terapeuta están guiados por objetivos prácticos. No se trata para nada de una charla espontánea sin dirección, sino que nos orientamos por los motivos que al paciente lo trajeron al tratamiento.
Por otra parte, no sólo hablamos. Enseñamos al paciente un conjunto de ejercicios que lo van a ayudar a manejar y resolver los problemas.
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