LA MEDITACIÓN COMO ESTRATEGIA PARA DESARROLLAR LA MEMORIA Y EL APRENDIZAJE
¿QUÉ ES LA MEDITACIÓN?
La meditación, es una práctica que tiene como fin entrenar la mente y el corazón, esta induce a un estado de conciencia que va a permitir identificar momentos, contenidos, experiencias, emociones, etc de una forma más consciente y a su vez centrarte en aquello que tú deseas, sobre todo en el presente.
Dentro del campo de la meditación, se ecuentran variedad de técnicas que tienen por objetivo conducir a la relajación y fortalecer la energía interna, desarrollando una serie de cualidades en el individuo como tolerancia, generosidad, paciencia, perdón, etc. Es decir, los beneficios que ofrece la meditación, tienen como finalidad lograr un estado de bienestar en el día a día de la persona que la práctica.
Se conoce que la meditación ha sido practicada desde hace siglos y que formaba parte de diversas creencias y religiones; sin embargo, la meditación no es una religión, sino más bien una práctica que implica un esfuerzo y motivación interna para autorregularse.
OBJETIVOS DE LA MEDITACIÓN
- Busca lograr un estado de concentración absoluto en el “aquí y ahora”, es decir, en el presente.
- “Mente en blanco”, estado en el que la mente se disuelve y libera sus pensamientos.
- Liberar la atención en las actividades comunes y enfocarla en otro aspecto.
- Focalizar la mente en un “objeto” de percepción, por ejemplo, la respiración, etc.
EVIDENCIA Y BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN
A lo largo de los años, se ha demostrado por medio de diversas investigaciones, que la mediación modifica la estructura del cerebro y por lo tanto, sus funciones; por ejemplo, aumenta la capacidad de atención, la memoria, la toma de decisiones, autorregulación de emociones, aprendizaje, etc, haciendo que las personas sean más empáticas, pacientes, tengan una mejor interacción social y un bienestar integral consigo mismas.
Dentro de la variedad de investigaciones existentes, destacan las de Richard Davidson, profesor de psicología y psiquiatría de la Universidad de Wisconsin-Madison y director del Centro para la Investigación de Mentes Saludables, quien antes de realizar su investigación, practicó la meditación por un largo tiempo él mismo. Su investigación, se basó en un experimento con 58 personas, quienes tenían diferentes grados de experiencia en meditación; pudo notar a través de las técnicas de imagen cerebral que la estructura de este cambiaba en aquellas personas que habían meditado más a lo largo de su vida, y que también padecían menos niveles de ansiedad y más capacidad de atención.
Jon Kabat-Zinn, doctor en Biología Molecular, fundó el programa de Mindfulnees para la reducción de estrés en 1979, para enseñar lo que él mismo había vivenciado en la práctica de la meditación por más de 10 años, él había comenzado a meditar en 1966.
Estos dos científicos, Davidson y Kabat-Zinn, midieron la actividad eléctrica del cerebro en 1999 en un grupo de voluntarios por medio de electroencefalogramas y previamente habían evaluado los niveles de ansiedad y estrés en estas personas. Posteriormente, los participantes llevaron un curso de mindfulness durante cuatro meses, pasado este tiempo, los dos neurocientíficos demostraron que la corteza cerebral, encargada de las emociones y de la resistencia a las dificultades había triplicado su funcionamiento; asimismo, notaron que el sistema inmune de los participantes era mejor.
La doctora Sara Lazar, lideró a un grupo de psiquiatras del Hospital General de Massachusetts durante una investigación acerca de los cambios y beneficios que produce la meditación. Esta investigación, consistió en tomar imágenes de resonancia magnética de 16 participantes dos semanas antes y dos semanas después de estar en un curso de mindfulness durante dos meses, en el que se realizaba esta práctica 27 minutos todos los días. Los resultados demostraron que hubo un aumento de la densidad de la materia gris en el hipocampo (área del cerebro fundamental para el aprendizaje y la memoria) y también en otras áreas relacionadas a la compasión, introspección y autoconciencia. A su vez, se observó que disminuyó la densidad de la materia gris en la zona de la amígdala (área encargada del miedo y el estrés). Los participantes también refirieron que su nivel de atención era mejor, así como su desarrollo sensorial. En personas mayores, también hubo diferencias, lo que llevó a la conclusión de que meditar ayuda a demorar el deterioro cognitivo asociado a la edad. Finalmente, se puede decir que, si bien es cierto la meditación se asocia a la tranquilidad y relajación, también se puede demostrar que aporta beneficios cognitivos y psicológicos que se mantienen en el día y si la meditación es practicada constantemente, estos beneficios se harán presentes durante el resto de la vida generando la sensación de bienestar.
Jon Kabat-Zinn, científico mencionado anteriormente, describe a la práctica de mindfulness de la siguiente manera: “No se trata de un método particular, ni tampoco de una técnica, se trata de estar abierto a aceptar la posibilidad de darte cuenta de lo que estás sintiendo en el momento presente y no intentar cambiarlo para sentirte diferente”. Esta meditación, permite ejercitar partes del cerebro que nos ayudan a prestar atención, siendo ésta la clave para aprender y esta práctica ayuda a regularla (a dicha atención), decía Davidson.
Andrés Martín Asuero, experto en mindfulness y en terapias de reducción del estrés y del dolor, llevó a cabo un estudio junto a la Universidad del País Vasco y el Colegio de Médicos de Bizkaia, en el que demostró que meditar baja los niveles de tensión y mejora el sistema inmune, ya que ayuda a reducir los niveles de cortisol en la sangre, esto significa que el cortisol afecta nuestras defensas, pero al ser reducida por la meditación, entonces aumentan las defensas propias del individuo protegiéndonos de las enfermedades.
El cortisol es una hormona neurotóxica del ser humano, capaz de afectar las terminaciones neuronales y disminuir así no solo las defensas del sistema inmunológico sino también la capacidad de memorizar y de aprender. Andrés Martín, señala que el sosiego, la creatividad, el ser capaces de pensar antes de actuar en vez de solo reaccionar y la disminución de estrés, son solo algunos de los beneficios de la meditación.
Toni Prats, jefe del servicio de anestesiología, reanimación y terapia del dolor del Hospital Asepeyo en Barcelona, menciona lo siguiente: “En un centro hospitalario, siempre se producen situaciones de estrés, el nivel de exigencia es alto y hay situaciones de nervios y a veces la gente pierde los papeles”. En vista de relatos como ese, Andrés Martín lleva a cabo otro experimento con 84 profesionales de la salud en Barcelona. Este consistió en entrenar a médicos y enfermeras durante un año en mindfulness para demostrar que la meditación también beneficia nuestra capacidad empática. Al acabar el estudio, los participantes afirmaban sentirse menos irritables, ansiosos, estresados y sobre todo, aumentaron los sentimientos de empatía y compasión, fundamental para el área en el que se desempeñan. Por lo tanto, Martín menciona que meditar beneficia nuestra capacidad empática, ya que al ser capaces de calmar la ente, podemos estar en contacto con nosotros mismos y con los demás.
PERO… ¿EN QUÉ CONSISTE MEDITAR?
La psicóloga clínica Constanza González, menciona que meditar es darse un tiempo para sí mismo, un espacio para poder detenerse y darse cuenta, ser conscientes de lo que está pasando en nuestro interior, en nuestra mente en ese mismo momento. Una vez que te pausas, puedes observar detenidamente qué actitud tienes y cómo afrontas lo que estás viviendo, permitiéndote tomar decisiones respecto a lo que necesitas.
Es el ejercicio de estar presente y observar sin juzgar, sin juzgarte. Meditar es no pensar en lo que has hecho o lo que tienes que hacer, en lo que dijiste, en lo que no dijiste o en lo que te dijeron, es estar en el presente, siendo conscientes de lo que sucede en el aquí y ahora.
Un ejemplo de meditación, es prestar atención a tu respiración, concentrarse en inhalar y exhalar produce calma y nos permite descansar, dejarnos llevar, porque dejamos de darle vueltas a todo lo que nos preocupa para solo concentrar nuestra atención en la respiración. Este ejercicio aparentemente simple, puede potenciar nuestra creatividad, debido a que cuando estamos preocupados y ansiosos por algo no podemos cambiar nuestra perspectiva para ver las cosas de otro modo. La meditación, nos permite abrir el espacio necesario para ver con claridad, menciona Constanza González.
CONCLUSIONES
En vista de todo lo leído líneas arriba podemos concluir, que la meditación brinda múltiples beneficios al ser humano, no sólo reduciendo el estrés y generando tranquilidad, sino en muchos aspectos que nos llevan a un bienestar integral, es decir, tanto mental como físico.
Se ha demostrado científicamente, que la meditación nos permite crecer en varios aspectos, debido a que produce un cambio en algunas áreas del cerebro y por lo tanto en sus funciones.
La meditación, al tener beneficios como la mejora en la concentración y atención es una de las mejores estrategias para desarrollar la memoria y el aprendizaje. Asimismo, todos los beneficios que se han ido mencionando en este artículo van de la mano, por lo que, por ejemplo, si se reduce el estrés, nos podemos concentrar mejor y por lo mismo desarrollar la memoria para un mejor aprendizaje.
“Lo más importante, no es lo que sucede cuando uno medita, sino cuando retomamos nuestra vida después de meditar y empezamos a afrontar y resolver las cosas desde una nueva perspectiva. Se trata de deternos para pensar y poder actuar y no de dejarse llevar por el impulso, que muchas veces, nos puede provocar sufrimiento.”
“Meditar para cambiar nuestro cerebro y su funcionaiento, para entonces,cambiar nuestra filosofía de vida”
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