TERAPIA DIALÉCTICA CONDUCTUAL

DBT o TDC

 

 

 

La Terapia Dialéctica Conductual, está enfocada en manejar la inestabilidad emocional mediante la aceptación, meditación y la modificación de conductas, llegando así a ayudar a las personas a facilitar la capacidad de gestión del dolor emocional y el afrontamiento frente a un problema.

 

BREVE HISTORIA DE LA TDC

 

Al rededor de los años 70’, la psicóloga Marsha Linehan desarrolló la terapia dialéctica conductual o TDC, basada en la unión de técnicas cognitivo conductuales así como de prácticas zen, la meditación. Este enfoque, en un inicio fue desarrollado para el tratamiento de personas con trastorno límite de la personalidad; sin embargo, luego se encontró que era útil para ayudar al tratamiento de otros trastornos como por ejemplo, trastornos del estado de ánimo (depresión, ansiedad, etc), trastornos alimentarios, abuso de sustancias, etc.  Es así, como la Dra. Linehan enfocó el uso de la TDC como un sistema de regulación de la emoción.

 

Después de realizar diferentes intentos de aplicación de la TDC que resultaron fallidos, decide optar por combinar estrategias, por lo que finalmente utiliza la aceptación (concienciación reflexiva) y el pensamiento para cambiar los sentimientos y conductas.

 

 

 

IMPORTANCIA DE LA TDC 

 

La TDC es de gran utilidad ya que tiene como objetivo ayudar a regular la incapacidad para controlar las emociones intensas, las cuales conducen a comportamientos impulsivos, autolesiones, etc. Por ello, busca aplicar técnicas útiles para comprender las emociones tales como la meditación y la aceptación, así como para manejarlas, modificar las conductas.y aprender a ver la realidad de una forma distinta para poder afrontarla.

 

¿CÓMO FUNCIONA LA TDC?

 

Se puede trabajar tanto en terapias individuales y grupales, para así formar a las personas en las habilidades que se van trabajando y compartir las diferentes emociones y conductas que han vivido, esto ayudará a una aceptación mayor de la realidad.

 

HABILIDADES A TRABAJAR

 

-Conciencia plena: también llamada concienciación reflexiva. Esta técnica es vital en la terapia dialéctica conductual.

Para llegar a ella se utiliza la meditación o “mindfulness”. Aquí una persona se centra en el “qué” haré para llegar a una conciencia plena y “cómo” lo voy a lograr. Consiste en estar presente en el aquí y ahora e ir comprendiendo los signos de aquellas emociones que son difíciles de controlar.

 

-Habilidades de efectividad interpersonal: se desarrollan un conjunto de destrezas para interactuar adecuadamente con los demás y así sentirse mejor con ellos mismos, evitando de esta manera factores negativos que lleven a los comportamientos impulsivos. Una de las formas que ayudan a mejorar esta interacción social es por medio de la asertividad.

 

-Habilidades para la tolerancia ante aquello que nos disgusta: esto es fundamental para llegar a la aceptación de la realidad de situaciones que generan malestar y/o que son angustiosas en nuestra vida. Se busca dejar de luchar contra la realidad para más bien aceptarla y comprenderla para hallarle soluciones y lograr un mejor afrontamiento de las circunstancias y facilitar la capacidad del manejo de emociones.

 

-Habilidades para la regulación de emociones: esto es para reducir el grado de vulnerabilidad frente a un problema. Se logra mediante el reconocimiento de las emociones y se busca fortalecer los momentos y emociones positivas a través de actividades y una vida saludable.