¿Cómo es la Terapia Gestalt?

La Terapia Gestalt, o terapia Gestáltica, es un tipo de terapia psicológica que se enmarca en la categoría de la Psicología Humanista en el sentido de que asume la manera en la que el pensamiento humanista concibe al ser humano, sus metas y su abanico de necesidades y potencialidades. Además, tal y como su nombre indica, recoge los principios teóricos de la Psicología de la Gestalt y los utiliza para proponer una forma de psicoterapia.

Los principales responsables del desarrollo de este tipo de psicoterapia son autores como como Paul GoodmanIsadore From y, especialmente, Fritz Perls y Laura Perls. Desde la consolidación de la Terapia Gestalt a mediados del siglo XX se ha trabajado mucho para externder su aplicabilidad más allá de la psicología clínica tal y como la entendemos clásicamente, y por eso es posible encontrar formas de esta terapia en intervenciones sobre comunidades, organizaciones o dinámicas de trabajo concretas.

En definitiva, la Terapia Gestalt ha florecido extendiéndose a una gran cantidad de ámbitos sociales y humanos para poner en práctica los principios de la Gestalt en todo tipo de objetivos. Es por eso que, aunque este tipo de terapia se relacione con la idea de desarrollo personal, no se limita al ámbito de la clásica consulta psicológica, sino que puede entenderse como una herramienta para redefinir los estilos de vida en su totalidad.

Puedes conocer más sobre Fritz Perls y su pensamiento entrando a este artículo:

Los principios de la Terapia Gestalt

La Terapia Gestalt pone énfasis en la manera en la que las cosas que se experimentan son formuladas mentalmente, más que preocuparse por el contenido de lo que nos ocurre. Esto significa que desde este tipo de terapia la importancia recae en la forma en la que se experimenta algo, y no tanto en ese “algo” en sí. No se interviene a partir de preguntas como “¿qué nos ocurre?”, sino desde el “¿cómo nos ocurre y cómo lo experimentamos?”. Es un enfoque que remarca el papel de las sensaciones subjetivas, ya que parte de los planteamientos de la Psicología Humanista.

Este énfasis en los procesos por encima de los contenidos y de lo subjetiva por encima de lo objetivo se puede desplegar en tres principios teóricos: la experimentación del “aquí y ahora”, la toma de conciencia y la responsabilidad.

1. Aquí y ahora

Desde la Terapia Gestalt se asume que los seres humanos percibimos todo lo que nos ocurre como una experiencia unificada. Esto significa, entre otras cosas, que nuestra idea de lo que es en futuro y el pasado no son más que proyecciones de cómo vivimos el presente. En definitiva, trabajando nuestra manera de pensar el presente estaremos interviniendo sobre nuestras maneras de plantearnos el futuro por llegar y el modo en el que echamos la vista atrás para revisar el pasado.

2. Toma de conciencia

El la Terapia Gestalt es imprescindible tomar nota de lo que le ocurre a uno mismo. Sólo a partir de ese modo se podrán detectar nuevas formas de formular la experiencia del aquí y el ahora en términos que nos acerquen más a la autorrealización.

Echar la mirada hacia las propias experiencias y pensamientos nos permite, por un lado, ser mejores reconociendo nuestro estilo a la hora de experimentar, y por el otro, tener más poder de decisión a la hora de cambiar nuestra manera de ver las cosas. En otras palabras, podría decirse que ser honestos con nuestra manera de experimentar nos permite desarrollar una mejor Inteligencia Emocional.

3. Responsabilidad

Tomar conciencia de los propios actos y estilos de experimentar las cosas implica también asumir las consecuencias de esas opciones. A partir de la aceptación de los errores y la hipotetización de los riesgos, se gana autonomía. Esto abre el abanico de opciones y de concepción de sentidos en los que se puede actuar, desde una perspectiva existencial.

La irresponsabilidad se considera fruto de una ilusión, una negación del presente y una negativa a la hora de tomar conciencia. Es por eso que la Terapia Gestalt enfatiza la necesidad de asumir responsabilidades, no ya para mejorar la convivencia con los demás, sino para ser más libres y más capaces de dotar de significado a nuestras vidas.

En definitiva, los terapeutas que se adscriben a la Terapia Gestalt entienden que sus intervenciones deben centrarse en la autonomía y las potencialidades de la persona. Una buena manera de experimentar lo que ocurre puede servir para saber guiarse a uno mismo a través de esa jungla de opciones posibles, de maneras de concebir la propia existencia.